El picor en el ano (prurito anal) es un síntoma muy común que dura poco tiempo en la mayoría de los casos y ocurre principalmente debido a la sudoración excesiva, la ingesta excesiva de alimentos irritantes para el sistema digestivo o la presencia de heces en la zona anal.

Síntomas

Como se explicó anteriormente, la picazón anal es un síntoma común de varias enfermedades y afecciones diferentes. La gama de diagnósticos diferenciales es bastante amplia. Lo primero que se debe hacer cuando el paciente tiene comezón en el ano es mirar el área. Con una simple inspección es posible ver si hay lesiones, como fisuras o hemorroides, gusanos en la región perianal, dermatitis del pañal, verrugas, signos de sangrado, etc.

Además de la inspección visual, otro dato que ayuda a distinguir la causa son los demás signos y síntomas que acompañan al picor, como dolor, sangrado en las heces, diarreas frecuentes, lesiones en otras regiones de la piel, etc. Algunas características específicas de determinadas causas del picor anal que podemos destacar son:

• Las hemorroides a menudo tienen dolor y sangrado asociado con picazón.
• Las erupciones pueden causar dolor y enrojecimiento intenso en toda la región perianal.
• La oxiuriasis es más frecuente en niños y provoca picor nocturno.
• Las enfermedades dermatológicas, como la dermatitis, suelen estar presentes en otras zonas de la piel además del ano.
• Las fisuras suelen provocar un dolor intenso en el momento de la defecación.
• El picor anal causado por las heces suele mejorar poco después de limpiar el ano.

Tratamiento

Si no hay otros síntomas asociados y tras la inspección visual del ano no se detecta ninguna lesión evidente, el tratamiento debe dirigirse a la posible irritación de la región perianal por heces o productos químicos.

Por ello, el tratamiento inicial consiste en mejorar la higiene anal, evitando que la región se humedezca, eliminando sustancias y productos que puedan ser agresores, modificando la dieta y protegiendo la piel con pomadas a base de óxido de zinc, como Hipoglós, o vaselina.

La limpieza del ano debe hacerse con agua (en bidé o con duchas) después de cada deposición, y durante todo el día con toallitas húmedas desechables siempre que el ano tenga un picor más intenso. La higiene debe realizarse con delicadeza para no aumentar los daños en la piel. Evite los productos de limpieza, especialmente los perfumados.

El aumento de la ingesta de fibra hace que las heces tengan más forma y sean más saludables, lo que reduce el esfuerzo y la posible fuga de moco del esfínter anal.

Para mantener el área con poca humedad, después de la limpieza, se puede secar el área con un secador de pelo a temperatura baja. En cuanto a la ropa, da preferencia a los tejidos ligeros, como el algodón, y evita la ropa demasiado ajustada para no provocar mucha transpiración.

Evite rascarse el ano tanto como sea posible, ya que esto tiende a empeorar la irritación y las lesiones. Si te rascas el ano sin darte cuenta mientras duermes, mantén las uñas bien recortadas y duerme con guantes de algodón para reducir las lesiones. Si el picor anal tiene una causa evidente, como lombrices, hemorroides o enfermedades dermatológicas, el tratamiento debe estar dirigido a estas enfermedades y debe realizarse con consejo médico.

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